12 abril 2008

SALUD

Hepatitis

La palabra "hepatitis" significa, simplemente, inflamación del hígado, sin apuntar a ninguna causa específica. Una persona con hepatitis puede:
Padecer uno o varios trastornos, incluyendo una infección vírica o bacteriana del hígado.
Presentar lesiones hepáticas provocadas por una toxina (una especie de veneno). o por la interrupción de la irrigación sanguínea normal del hígado.
Padecer un trastorno autoinmunitario que afecta al hígado, haber sufrido un traumatismo abdominal en la zona del hígado.
Pero lo más habitual es que la hepatitis haya sido provocada por uno de los siguientes tres virus:
el virus de la
hepatitis A
el virus de la
hepatitis B
el virus de la
hepatitis C
En casos muy poco frecuentes, el virus Epstein Barr (que provoca la mononucleosis) también puede desencadenar una hepatitis porque puede provocar inflamación hepática. Hay otros virus y bacterias que también pueden provocar hepatitis, incluyendo los virus de las hepatitis D y E, el virus de la varicela y el citomegalovirus (CMV).
El virus de la hepatitis A se contagia:
Cuando alguien ingiere algo contaminado con heces infectadas por el VHA (esto facilita su transmisión en condiciones de hacinamiento e insalubridad).
A través del agua, la leche y los alimentos contaminados, sobre todo el marisco.
Puesto que la hepatitis A puede ser una infección leve, particularmente en la infancia, es posible que algunas personas no se den cuenta de que han contraído la enfermedad y ésta pase desapercibida y quede sin diagnosticar. De hecho, aunque las pruebas médicas indican que alrededor de un 40% de los norteamericanos que viven en medios urbanos han padecido la hepatitis A, sólo alrededor de un 5% recuerdan haber estado enfermos. A pesar de que el virus de la hepatitis puede provocar una enfermedad de larga duración (de hasta seis meses), generalmente sólo provoca enfermedades de corta duración y no es causa de enfermedad hepática crónica.
El virus de la hepatitis B se contagia:
A través de fluidos corporales infectados, como la sangre, la saliva, el semen, las secreciones vaginales, las lágrimas, la leche materna y la orina.
Mediante transfusiones de sangre contaminada .
Al compartir agujas o jeringuillas infectadas para inyectarse droga.
Al mantener relaciones sexuales con una persona infectada por el VHB.
Mediante el contagio de un recién nacido por su madre infectada.
El virus de la hepatitis C se contagia:
Al compartir agujas y jeringuillas para inyectarse droga.
Al hacerse tatuajes o piercings con instrumental no esterilizado.
Mediante transfusiones de sangre
Mediante el contagio de un recién nacido por su madre infectada.
A través de las relaciones sexuales (aunque se trata de una vía de contagio menos habitual).
La hepatitis C es también un riesgo habitual en los centros de diálisis. Raramente las personas que conviven con un enfermo de hepatitis C se pueden contagiar al compartir artículos que pueden contener la sangre del enfermo, como maquinillas de afeitar o cepillos de dientes.
El diagnóstico se hace por medio del laboratorio.
Los síntomas y signos son:
malestar general, fiebre, dolores musculares, pérdida del apetito, náuseas, vómitos, diarrea,
ictericia -coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica (blanco del ojo).
Con el progreso de la enfermedad aparecen: ictericia, mal aliento, sabor amargo en la boca,
la orina se vuelve oscura o del color del té, las heces se vuelven blancas, claras o del color de la arcilla.
La hepatitis duran:
En la hepatitis A, el período de incubación es de dos a seis semanas.
En la hepatitis B, el período de incubación es de uno a cinco meses.
En la hepatitis C, el período de incubación es de dos a 26 semanas.
El tratamiento de la hepatitis es médico dependiendo del tipo de hepatitis.

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