La laringitis es una inflamación de la caja de la voz (laringe).
Su causa más común es la infección vírica de las vías respiratorias superiores, como por ejemplo el resfriado común. La laringitis acompaña a enfermedades como bronquitis, pulmonía, gripe, tos ferina, sarampión, difteria o cualquier inflamación o infección de las vías respiratorias superiores. El uso excesivo de la voz, las reacciones alérgicas y la inhalación de irritantes como el tabaco, pueden causar laringitis de corta duración (aguda) o persistente (crónica).
el síntoma más evidente es un cambio poco natural en la voz, como la ronquera, o incluso la pérdida de la voz, cosquilleo en la garganta o bien dolor y una necesidad constante de aclarar la garganta. Los síntomas varían según la gravedad de la inflamación. Las infecciones graves producen fiebre, malestar general, dificultad para tragar y dolor de garganta. Puede haber edema o hinchazón de la laringe que dificulta la respiración.
El tratamiento de la laringitis vírica depende de los síntomas. El hecho de hacer descansar la voz evitando hablar, o haciéndolo en voz baja, junto a la inhalación de vapor, alivia los síntomas y contribuye a que se curen las zonas inflamadas. El tratamiento de la bronquitis, si está presente, puede mejorar la laringitis. Cuando la infección está producida por bacterias es muy útil administrar un antibiótico por vía oral.
Otras de las lesiones que pueden afectar la laringe son los pólipos en las cuerdas vocales son formaciones no cancerosas que se desarrollan debido a un abuso de la voz, a reacciones alérgicas crónicas que afectan la laringe o a una inhalación crónica de irritantes como emanaciones industriales o humo de cigarrillo.
Su causa más común es la infección vírica de las vías respiratorias superiores, como por ejemplo el resfriado común. La laringitis acompaña a enfermedades como bronquitis, pulmonía, gripe, tos ferina, sarampión, difteria o cualquier inflamación o infección de las vías respiratorias superiores. El uso excesivo de la voz, las reacciones alérgicas y la inhalación de irritantes como el tabaco, pueden causar laringitis de corta duración (aguda) o persistente (crónica).
el síntoma más evidente es un cambio poco natural en la voz, como la ronquera, o incluso la pérdida de la voz, cosquilleo en la garganta o bien dolor y una necesidad constante de aclarar la garganta. Los síntomas varían según la gravedad de la inflamación. Las infecciones graves producen fiebre, malestar general, dificultad para tragar y dolor de garganta. Puede haber edema o hinchazón de la laringe que dificulta la respiración.
El tratamiento de la laringitis vírica depende de los síntomas. El hecho de hacer descansar la voz evitando hablar, o haciéndolo en voz baja, junto a la inhalación de vapor, alivia los síntomas y contribuye a que se curen las zonas inflamadas. El tratamiento de la bronquitis, si está presente, puede mejorar la laringitis. Cuando la infección está producida por bacterias es muy útil administrar un antibiótico por vía oral.
Otras de las lesiones que pueden afectar la laringe son los pólipos en las cuerdas vocales son formaciones no cancerosas que se desarrollan debido a un abuso de la voz, a reacciones alérgicas crónicas que afectan la laringe o a una inhalación crónica de irritantes como emanaciones industriales o humo de cigarrillo.
Los nódulos en las cuerdas vocales (nódulos del cantante) son formaciones no cancerosas similares a cicatrices localizadas en las cuerdas vocales, parecidas a los pólipos de las cuerdas vocales pero más consistentes, que no desaparecen con el reposo de la voz.
Los nódulos de las cuerdas vocales están causados por un abuso crónico de la voz, como los alaridos y los gritos repetidos, o el canto enérgico. Los síntomas son ronquera y voz entrecortada.
Las úlceras de contacto son llagas en carne viva localizadas en la membrana mucosa que cubre los cartílagos a los que están unidas las cuerdas vocales.
Las úlceras de contacto suelen estar causadas por un esfuerzo abusivo de la voz, en particular cuando la persona comienza su discurso. Estas úlceras son típicas de los predicadores, los representantes de ventas y los abogados. El tabaquismo, la tos persistente y el retorno (reflujo) de ácido proveniente del estómago también pueden causar úlceras de contacto.
Los síntomas incluyen un dolor leve al hablar o tragar y distintos grados de ronquera. En ciertos casos se toma una pequeña muestra de tejido para examinarla al microscopio y tener la certeza de que la úlcera no es cancerosa.
Su tratamiento consiste en tomar antiácidos o fármacos antiulcerosos (bloqueadores histamínicos), no comer durante 2 horas antes de acostarse y mantener la cabeza elevada al dormir.
La parálisis de las cuerdas vocales es la incapacidad de mover los músculos que controlan las cuerdas vocales.
Las parálisis de las cuerdas vocales puede estar producida por trastornos cerebrales, como tumores cerebrales, ataques cerebrovasculares y enfermedades desmielinizantes, o lesiones en los nervios que llegan a la laringe.
El daño nervioso puede estar causado por tumores, lesiones, una infección vírica de los nervios o neurotoxinas (sustancias que envenenan o destruyen el tejido nervioso), como el plomo o las toxinas producidas en la difteria.
La puede afectar al habla, la respiración y la deglución. Este trastorno produce el paso de los alimentos y de los líquidos hacia la tráquea y los pulmones. Si se ha paralizado sólo una cuerda vocal (parálisis unilateral), la voz es ronca y entrecortada. Por lo general, la vía respiratoria no resulta obstruida porque la cuerda normal que se encuentra al otro lado se abre lo suficiente. Cuando ambas cuerdas vocales quedan paralizadas (parálisis bilateral), la voz se reduce en fuerza pero sigue sonando normal. Sin embargo, el espacio entre las cuerdas paralizadas es muy pequeño y la vía respiratoria se obstaculiza, por lo que incluso un ejercicio moderado causa dificultades respiratorias y un sonido ronco y agudo con cada respiración.
Los laringoceles son especies de bolsas de membrana mucosa que se forman en una parte de la caja de la voz (laringe).
Pueden protruir hacia dentro y provocar ronquera y obstrucción de la vía respiratoria, o bien hacia fuera, y crear una protuberancia visible en el cuello. Los laringoceles están llenos de aire y pueden expandirse cuando la persona espira con fuerza con la boca cerrada y los orificios nasales apretados con los dedos. Esta situación se parece a la que se produce en los músicos que tocan instrumentos de viento.
El cáncer de la parte superior de la faringe (nasofaringe) puede producirse tanto en los niños como en los adultos jóvenes, el virus de Epstein-Barr, que causa mononucleosis infecciosa, también participa en el desarrollo del cáncer nasofaríngeo.
el síntoma es una obstrucción persistente de la nariz o de las trompas de Eustaquio. Si una trompa de Eustaquio está bloqueada, puede acumularse líquido en el oído medio. La persona puede tener pus y sangre en las secreciones de la nariz, así como hemorragias nasales. En raras ocasiones, parte de la cara queda paralizada. El cáncer puede extenderse a los ganglios linfáticos del cuello.
El cáncer de laringe, el más frecuente de los cánceres de la cabeza y el cuello, después del cáncer de piel, es más frecuente en los varones y está relacionado con el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Este cáncer frecuentemente se origina en las cuerdas vocales y provoca ronquera. Si una persona ha estado ronca durante más de 2 semanas debería solicitar atención médica. El cáncer en otras partes de la laringe causa dolor y dificultad de deglución. En algunos casos, sin embargo, antes que cualquier otro síntoma, se detecta primero un bulto en el cuello producido por la extensión del cáncer a un ganglio linfático (metástasis).
Estas patologías son descripciones someras, no debemos olvidar que ante cualquier síntoma es prioritario la CONSULTA AL MEDICO.
Los nódulos de las cuerdas vocales están causados por un abuso crónico de la voz, como los alaridos y los gritos repetidos, o el canto enérgico. Los síntomas son ronquera y voz entrecortada.
Las úlceras de contacto son llagas en carne viva localizadas en la membrana mucosa que cubre los cartílagos a los que están unidas las cuerdas vocales.
Las úlceras de contacto suelen estar causadas por un esfuerzo abusivo de la voz, en particular cuando la persona comienza su discurso. Estas úlceras son típicas de los predicadores, los representantes de ventas y los abogados. El tabaquismo, la tos persistente y el retorno (reflujo) de ácido proveniente del estómago también pueden causar úlceras de contacto.
Los síntomas incluyen un dolor leve al hablar o tragar y distintos grados de ronquera. En ciertos casos se toma una pequeña muestra de tejido para examinarla al microscopio y tener la certeza de que la úlcera no es cancerosa.
Su tratamiento consiste en tomar antiácidos o fármacos antiulcerosos (bloqueadores histamínicos), no comer durante 2 horas antes de acostarse y mantener la cabeza elevada al dormir.
La parálisis de las cuerdas vocales es la incapacidad de mover los músculos que controlan las cuerdas vocales.
Las parálisis de las cuerdas vocales puede estar producida por trastornos cerebrales, como tumores cerebrales, ataques cerebrovasculares y enfermedades desmielinizantes, o lesiones en los nervios que llegan a la laringe.
El daño nervioso puede estar causado por tumores, lesiones, una infección vírica de los nervios o neurotoxinas (sustancias que envenenan o destruyen el tejido nervioso), como el plomo o las toxinas producidas en la difteria.
La puede afectar al habla, la respiración y la deglución. Este trastorno produce el paso de los alimentos y de los líquidos hacia la tráquea y los pulmones. Si se ha paralizado sólo una cuerda vocal (parálisis unilateral), la voz es ronca y entrecortada. Por lo general, la vía respiratoria no resulta obstruida porque la cuerda normal que se encuentra al otro lado se abre lo suficiente. Cuando ambas cuerdas vocales quedan paralizadas (parálisis bilateral), la voz se reduce en fuerza pero sigue sonando normal. Sin embargo, el espacio entre las cuerdas paralizadas es muy pequeño y la vía respiratoria se obstaculiza, por lo que incluso un ejercicio moderado causa dificultades respiratorias y un sonido ronco y agudo con cada respiración.
Los laringoceles son especies de bolsas de membrana mucosa que se forman en una parte de la caja de la voz (laringe).
Pueden protruir hacia dentro y provocar ronquera y obstrucción de la vía respiratoria, o bien hacia fuera, y crear una protuberancia visible en el cuello. Los laringoceles están llenos de aire y pueden expandirse cuando la persona espira con fuerza con la boca cerrada y los orificios nasales apretados con los dedos. Esta situación se parece a la que se produce en los músicos que tocan instrumentos de viento.
El cáncer de la parte superior de la faringe (nasofaringe) puede producirse tanto en los niños como en los adultos jóvenes, el virus de Epstein-Barr, que causa mononucleosis infecciosa, también participa en el desarrollo del cáncer nasofaríngeo.
el síntoma es una obstrucción persistente de la nariz o de las trompas de Eustaquio. Si una trompa de Eustaquio está bloqueada, puede acumularse líquido en el oído medio. La persona puede tener pus y sangre en las secreciones de la nariz, así como hemorragias nasales. En raras ocasiones, parte de la cara queda paralizada. El cáncer puede extenderse a los ganglios linfáticos del cuello.
El cáncer de laringe, el más frecuente de los cánceres de la cabeza y el cuello, después del cáncer de piel, es más frecuente en los varones y está relacionado con el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Este cáncer frecuentemente se origina en las cuerdas vocales y provoca ronquera. Si una persona ha estado ronca durante más de 2 semanas debería solicitar atención médica. El cáncer en otras partes de la laringe causa dolor y dificultad de deglución. En algunos casos, sin embargo, antes que cualquier otro síntoma, se detecta primero un bulto en el cuello producido por la extensión del cáncer a un ganglio linfático (metástasis).
Estas patologías son descripciones someras, no debemos olvidar que ante cualquier síntoma es prioritario la CONSULTA AL MEDICO.
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